Se trata de una
instalación formada por cámaras que captan vídeo de los sucesos que transcurren
en las zonas donde están ubicadas. Pueden captar más o menos espacio,
dependiendo de cómo se enfoquen y se coloquen.
Su propósito principal es evitar cualquier acto vandálico o delito, pero, en el
supuesto de que este suceda, nuestro objetivo será el de identificar al sujeto
que lo ha cometido. Es por eso primordial la buena ubicación de las cámaras.
Nosotros recomendamos que el equipo se ubique en una zona escondida y protegida
donde grabará toda la imagen.
Las cámaras pueden ser inalámbricas o cableadas. En el caso de las
segundas, tenemos que hacer llegar un cable desde donde ponemos el equipo hasta
cada una de ellas; y en el caso de las inalámbricas, esto no es necesario,
pero tienen una gran desventaja, y es que estas almacenan la imagen en una
tarjeta SD en la misma cámara, por lo tanto, si se produce el acto vandálico y
a posteriori el sujeto se lleva la cámara, perdemos la grabación, por eso este
tipo de cámaras no se recomiendan para una instalación seria.